En octubre, estaba en un grupo de abogados voluntarios en el centro de detención de inmigrantes en Artesia- Nuevo México ayudando a mujeres y niños que recientemente huyeron de Centroamérica. Fue la semana más difícil que he tenido como abogado de inmigración pero también la más gratificante. Mientras que la experiencia podría llenar cualquier número de páginas, mis recuerdos de los niños allí permanecerán conmigo por más tiempo.
Antecedentes
Para aquellos que no siguen de cerca la situación, se han colocado en un centro de detención de la familia en Artesia- Nuevo México cientos de mujeres y niños que han llegado recientemente a los Estados Unidos desde América Central huyendo de la violencia. Artesia es aislado, esta a más de dos horas hasta un tamaño medio de ciudad- y anteriormente no tenía abogados de inmigración en la zona. En Artesia, las mujeres y los niños se enfrentan al sistema de inmigración de Estados Unidos, mientras que son detenidos- generalmente aplicando por la solicitud de asilo, y / o la búsqueda de una fianza para perseguir su caso libre de custodia.
Ante un tribunal de inmigración, los extranjeros tienen derecho a un abogado, pero solamente bajo sus propios gastos. Mientras que algunos de los detenidos tienen miembros de familia que pueden contratar a un abogado para ellos, muchos de ellos no lo hacen. No sólo la representación puede ser muy costosa sino que la ubicación de Artesia hace que sea muy difícil para un abogado ir a trabajar con un cliente.
Ahí es donde viene la representación de un gran grupo de abogados voluntarios de inmigración. La representación legal es proporcionada por los voluntarios supervisados por tres empleados pagados, uno de ellos abogado. Una enorme cantidad de trabajo se realiza de forma remota, pero en persona se realiza el trabajo de inmigración llevada a cabo por un grupo de voluntarios que viajan a Artesia, generalmente durante una semana donde se lleva a cabo desde la reunión con los clientes hasta para hacer la toma de información y cubrir audiencias.
Tuve la suerte de ser parte de un grupo de diez personas de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración del Capitulo de Norte de California (American Immigration Lawyers Association Northern California Chapter) que voluntariaron en Artesia la semana del 13 octubre. Todos los abogados hablábamos español y nuestro grupo proporcionó todos los voluntarios de esa semana con excepción de otros dos abogados y tres estudiantes de derecho.
Durante nuestra estancia en Artesia, atendimos más de 100 clientes y representamos en audiencias a decenas de personas ante un tribunal de inmigración. Manejamos fianzas, tomas de información y diversas etapas del proceso de asilo.
Los niños
Yo pensaba que venia bien preparado para mi tiempo de trabajo en Artesia. Soy un abogado experto, y había leído previamente que las condiciones eran pobres. También he trabajado con muchos clientes que enfrentan situaciones desgarradoras y desesperadas- he tenido clientes con intento de suicidio, he sido testigo del asesinato de los miembros de la familia, y el recuento de terribles palizas y torturas.
Sin embargo, con todo esto yo estaba encantado, y probablemente siempre lo estaré en muchas maneras por los niños, los cuales, desde bebés hasta adolescentes, parecían haber perdido la chispa y vitalidad que los hace especiales. Como padre de dos chicos muy activos, me sorprendió haber estado en una habitación relativamente tranquila y callada con niños de 8-10 años que acompañaban a sus madres a las citas con los abogados voluntarios. No se escuchaban ruidos fuertes, no había niños trepando por todos lados, no corrían- no se escuchaba nada mas que silencio, los niños coloreaban, veían películas o dormían en los brazos de sus madres.
Esto describe “en promedio” la situación. También habían niños que empeoraban debido a sus problemas de salud. Muchos habían perdido tremendamente grandes cantidades de peso, muchos dormían la mayor parte del tiempo y otros padecían de problemas mentales.
También me entristecía darme cuenta de los horrorosos hechos que muchos de los niños habían visto. Una madre contaba sin preocupación frente a su hija los incidentes de violencia domestica a la que se enfrentó, la hija había sido la principal testigo de lo sucedido. A menudo, la familia estaba huyendo porque el niño había sido amenazado de violación, desmembramiento, o el asesinato.
¿Detenidos o residentes?
En un nivel básico, niños detenidos que no se enfrentan a cargos criminales enfrentan riesgos de deportación. Tal vez reconociendo esto, el gobierno, sin embargo, ha creado una conveniente solución los de “residentes” en Artesia, no “detenidos”.
La designación de “residente” es de risa e insultante. En Artesia “residentes” ciertamente no es estar en casa, no se les permite salir de la instalación a menos que se les conceda una fianza por un juez de inmigración, e incluso sus movimientos dentro de la instalación están estrechamente controlados. La instalación es controlada por los guardias. Esta es otra razón por la cual los niños no tienen la libertad de ser como cualquier otro y si llegaran a comportarse fuera del lineamiento, la disciplina vendrá de un oficial de la ley.
Por otra parte, el ICE llamando los de Artesia “residentes” es aún más ridículo cuando la misma agencia está tratando de deportarlos. Se ha hablado mucho de los anuncios que ha hecho Obama y otros funcionarios del gobierno que los que son detenidos en la frontera deberían esperar ser eliminados rápidamente, un esfuerzo que se han tomado muy en serio. Mientras que nuestro grupo fue capaz de ganar algunas victorias importantes, es evidente que el gobierno está haciendo un esfuerzo concertado para no procesar estos casos rápidamente, y niegan los recursos legales que deben estar disponibles para ellos.
Por último, el gobierno ha tratado de justificar la detención de mujeres y niños por considerarlos todos los riesgos de seguridad nacional. El razonamiento para esto es enrevesado, pero es seguro decir que no se justifica la conclusión de que una madre y un niño recién nacido, enfermos ponga en peligro a los EE.UU.
En otras palabras: mientras ICE puede llamar a los niños en Artesia “residentes”, los tratan como los detenidos, están tratando de negar las fianzas y expulsarlos del país, y son nombrados como amenazas a la seguridad nacional. Aunque he tenido muchos y fuertes desacuerdos con la política de inmigración de nuestro gobierno en el pasado, he encontrado el trato de los niños en Artesia la más indignante.
Esperanza o, al menos, cumplimiento
Tan horrible como es la situación en Artesia , hubo destellos de esperanza que hizo que el viaje no sólo valiera la pena, pero increíblemente gratificante. En primer lugar, los voluntarios pasados habían establecido un muy buen sistema de gestión de casos y había voluntarios que ayudaron a distancia de todo el país. Como resultado, nuestro grupo en Artesia fue capaz de ayudar a un enorme número de personas. (Eso, y trabajar hasta 17 horas al día.) Ayudamos a más de 100 personas y asistimos decenas de audiencias en la corte. Ayudamos a varias personas a salir bajo fianza, y ayudamos en muchas solicitudes de asilo.
A través de estos esfuerzos, las vidas de algunas personas fueron realmente impactadas para un bien. Algunas madres con niños muy enfermos fueron capaces de ganar el derecho a ser puesto en libertad bajo fianza de un juez de inmigración y sobre los argumentos de ICE. Otros habían tomado pasos cruciales hacia la solicitud de asilo, y un detenido representado de forma remota por otro abogado pro bono se le concedió asilo. Sinceramente, creo que todos los que tuvieron éxito se beneficiaron en gran medida por la asistencia de sus abogados.
También estaba alentado por los esfuerzos de los abogados involucrados en el esfuerzo de Artesia. Además de nuestro grupo, muchos otros voluntarios vinieron antes y esperanzadamente a volver a ayudar. Además, hay muchos voluntarios dedicados que ayudan de forma remota. Los esfuerzos de los demás en Artesia me hizo orgulloso de ser un abogado de inmigración.
Para ser claros, el efecto de los abogados tenía sus límites. Todavía había horribles injusticias en Artesia a pesar de los mejores esfuerzos de los abogados, y las mujeres y los niños siguen sufriendo allí. También dudo que el problema vaya a desaparecer. ICE está construyendo un gran centro de detención familiar en Texas, y aunque se dice que hay un menor número de personas procedentes de América Central que en meses anteriores, las condiciones no parecen estar mejorando y probablemente seguirá causando personas a huir. Tengo pocas esperanzas de que el ICE va a cambiar su trato a los detenidos de la familia o de su posición son los riesgos de seguridad nacional.
Sin embargo, dado que un grupo de abogados puede impactar para bien verdaderamente tantas vidas, estoy muy agradecido de haber sido parte del contingente de Artesia, y espero poder seguir participando.
Es difícil determinar exactamente por qué todos los niños se enfrentan a estos problemas, algunos de los cuales han venido de cuestiones antes de la detención. Muchos de ellos habían enfrentado experiencias absolutamente horribles en sus países de origen. Más de una madre relató incidentes horribles de violencia doméstica delante de sus hijos, sin preocuparse de que iban a audiencias porque eran testigos. Otros niños fueron objeto de amenazas por parte de bandas.
Aún así, por lo que vi, las condiciones de detención tuvieron que jugar un papel importante. Por un lado- el simple hecho de que existe la necesidad de discutir las condiciones de detención de los niños que no enfrentan cargos criminales es indignante. Mientras que había instalaciones médicas disponibles, las madres informaron que sus hijos no podian atención adecuada y que sus hijos no estaban mejorando. Por ejemplo, un niño de tres años de edad que había dejado de comer y había vuelto a beber leche se le aconsejó que podría mejorar con una dieta-especial que no estaba disponible.
Además, los niños están bajo el control de los agentes del orden. Mientras que algunos de los oficiales intentaron su mejor esfuerzo para ser amables, no había duda de que eran funcionarios del gobierno, no niñeras o cuidadores, y que ejercían un poder tremendo. Después de escapar de tremenda violencia, sobrevivir a un viaje muy peligroso, y la colocación en prisión, no es de extrañar que los niños en Artesia la estén pasando tan mal.
Bean, Lloyd, Mukherji, & Taylor es un despacho de abogados de inmigración en Oakland, California enfocada en la inmigración basada en la familia, la ciudadanía, defensa de eliminación y acción diferida.
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Traducido por Jade Lee Yee